08 Feb No se puede confiar en alguien que cree que estás loca
Sr. Denim, soy la doctora Keller. Le llamo del centro piquiátrico The Black Hills, me gustaría concertar una cita con usted lo más pronto posible, es sobre…
Mi madre. Sí, mi madre. Sólo habían pasado ocho meses y yo seguía en esta puta pesadilla de la que no despertaría jamás. Cada noche me despertaba empapado en sudor frío, entre lágrimas y estremecimientos punzantes. Hay que ver lo poco que cuesta que algo te cambie la vida radicalmente.
Todo comenzó con la desaparición de mi hermana pequeña. Claudia. Esa niña bonita de ojos azules y brillantes y pelo dorado como el sol. Mi madre la llamaba la luz de su vida, yo no me sentía ofendido porque tambien era la luz de la mía.
Claudia era buena, dulce, generosa, a veces creía que no era humana porque no era capaz de encontrarle defectos, ni yo ni cualquiera. Muchas la envidiaban. Muchos la querían. Y Claudia se paseaba por la vida sonriendo, sin una pizca de maldad en su interior.
Por eso cuando desapareció todo mi universo se sumió en oscuridad. En una oscuridad tan absoluta que todo se volvió gris, todo perdió color; la tierra, el cielo y yo. Pero mi madre fue como si se apagara de repente.
Mi tío se hizo cargo de las riendas que no podíamos coger ni mi madre ni yo, organizó todas esas manifestaciones, habló con los medios, creó páginas y grupos en redes sociales, empezó a remover cielo y tierra, pero sin noticias de Claudia. Su secuestro conmocionó al país durante la semana que duró la noticia y hasta que encontraron otra cosa de la que hablar, pero a nosotros nos dolía su pérdida como si millones de agujas nos atravesasen cada hora, cada minuto.
Y por eso, cuando un mes después encontraron su cuerpo sin vida alguna en la salida de una autopista a cientos de millas de nuestro casa, no pude hacer nada más que subir. Ya había tocado fondo, sólo podía ir hacia arriba. Había pasado la pesadilla de la incertidumbre, estaba muerta. No soñaría cada noche con sus torturas o cualquier otra aterradora imagen que una mente atormentada por la pena puede crear. Estaba en casa y la lloraría siempre, pero tenía que salir a flote.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
Lαuяα !
Posted at 01:33h, 09 febrero>.< Me encanta! Además, es un tema que ésta ahora a la orden del día, todos los días, todo el mundo escucha/ve/lee algo en las noticias sobre jovenzuelas desaparecidas/secuestradas/asesinadas, y en cuanto vemos que se nos enfría el filete se acabó nuestra consternación… TT
En fin, es muuuuuuy bueno! 🙂 (KK.
Lαuяα !
Posted at 01:35h, 09 febreroPor cierto, la chica de la primera foto se me da un aire enorme a Ginny Weasly pero en rubia xDDD
Elena A.
Posted at 15:16h, 09 febreroSiii, precisamente pensé en escribir este relaro porque la noche antes, despues de El barco pusieron un documental en antena 3 sobre Marta del Castillo…
Y yo tambien pense en Ginny en rubia cuando vi la foto jajajaja
Gracias por comentar Bazofiii! (L)
Lucy
Posted at 20:16h, 11 febreroPuede que este loca, pero te contare un secreto… las mejores personas lo estan… 🙂
Elena A.
Posted at 14:37h, 12 febrero*.* He adorado tu comentariooo! Alicia!! jajajaja
Un besazo Lucy!
Hikari
Posted at 17:57h, 13 febreroJo que pena :S Pero está genial, en serio =D
Elena A.
Posted at 16:28h, 16 febrero@Hikari: Muchas Gracias, guapa 🙂