27 noviembre, 2017
Noviembre es un mes que me encanta.
Cómo suena cuando lo pronuncias, tan cerca de la
Navidad, un mes que
me inspira frío, mantas, jerseys calentitos y chimeneas. Y fue en Noviembre cuando
empecé a enamorarme de M (aunque por aquel entonces yo no lo sabía).
Hace tiempo decidimos que, en vez de hacernos regalos, cada año nos regalaríamos, al menos,
una escapada juntos por estas fechas. Llevaba algún tiempo con la idea de visitar el
Monasterio de Piedra así que se lo propuse a M. Pasar unos días yendo de aquí para allá con el coche, descubriendo entornos naturales que es lo que más me gusta en el mundo.